En
esta actividad se nos plantea que nos pusiésemos en la disyuntiva de
imaginarnos como docente y ver qué normas estableceríamos en nuestras clases. Desde
mi punto de vista, en este caso habría que discernir entre dos tipos de normas:
las académicas y las de convivencia.
Normas
académicas. En ellas
vendría especificado cómo se va a desarrollar la asignatura, qué actividades
extras o trabajos se van a mandar, cómo y cuánto se va a calificar esa parte, qué
peso de la nota tendrán los exámenes, cómo se valora la participación activa en
clase… Estas normas vendrían ya establecidas por el profesor, tratando además de amoldarse a modos de
calificación más o menos comunes con el resto de profesores del mismo
departamento.
Normas
de convivencia.
Dentro de este tipo, lo ideal sería buscar el consenso entre el profesor y los
alumnos, aunque hay normas que por sentido común son inevitables establecerlas:
1.- Respeto entre y
para todos, tanto en las relaciones del día a día como en las actividades en
las que haya diálogo entre todo el aula (respetando los turnos de intervención
de cada uno).
2.- Cuidar de los
bienes materiales del aula en particular y del centro educativo en general.
3.- Ser puntuales en la
entrada a las clases.
No hay comentarios:
Publicar un comentario